domingo, 16 de mayo de 2010

Como el final de una Semana Santa.

Como el final de una Semana Santa, como el atarceder melancólico de un Sábado Santo. Así te has ido abuelo, con una casta tremenda y aguantando los envites de la Parca como tú, er Pepe Ismael, por tu vida sabías. De esta manera solo puedo decirte una última cosa: habla bien de mí por ahí arriba, que yo lo haré de ti por aquí abajo.

No hay comentarios: