martes, 28 de diciembre de 2010

A la sombra de una palmera.

Sin broma ni inocentada alguna: me encantaría que un Jueves Santo saliese así, como en las protofotografías del siglo XIX. Lo único malo será que el misterio dejará de ser La Oración en el Huerto de los Olivos para pasar a ser La Oración en la Palmera -sí, con el sentido futbolístico-.

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