El hombre y el Cristo a solas,
Jesús, como tantas veces.
Yo me achico, tú te creces
como la espuma en las olas.
¿Deshojamos amapolas,
yo las vuestras y éstas vos?
Tenemos prisa los dos,
Señor, tú esperas, yo espero…
Contéstame Tú primero,
que para eso eres Dios.
(A.G.B.)
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